Narciso Amador Fernández Ramírez, un ferviente defensor del régimen cubano que durante años calificó al exilio de “ratas” y “mercenarios”, vive hoy en el sur de la Florida bajo la protección del sistema de asistencia social estadounidense.
Según confirmaron fuentes familiares a Martí Noticias, Fernández Ramírez, de 65 años, se encuentra residenciado en Homestead tras haber sido beneficiado con el parole humanitario implementado por el expresidente Joe Biden.
En Estados Unidos recibe cupones de alimentos, asistencia médica subsidiada y pagos en efectivo destinados a refugiados, de acuerdo con el testimonio de sus familiares.
“Está esperando la residencia permanente para luego aplicar al Seguro Social y Medicare. Es increíble: quien fue uno de los comunistas más leales de Villa Clara, hoy disfruta en paz de su vejez en el país que tanto atacó”, afirmó una fuente que pidió el anonimato.
Un historial ideológico que no desaparece
Durante décadas, Fernández Ramírez escribió en los medios oficiales del régimen, como Vanguardia y Cubahora, con un estilo agresivo contra la oposición y el exilio. En 2014, fue galardonado con el Premio 26 de Julio en la categoría de prensa escrita, un reconocimiento que el régimen otorga a sus propagandistas más fieles.
En sus textos llegó a glorificar a Fidel Castro como un “héroe sagrado”, y a denigrar a los combatientes de la Brigada 2506, a quienes llamó “ratas”. Su militancia era tan notoria que ocupó cargos dentro del Partido Comunista, incluyendo la jefatura del núcleo del PCC en el diario Vanguardia.
Su producción ideológica cesó poco antes de abandonar Cuba. Desde entonces, vive en Florida con su esposa, Elizabeth Leal, y su hija, residente desde antes en EEUU.
El diario independiente Cubanet recogió diversos testimonios de periodistas a los que Fernández Ramírez censuró.
Carlos Alejandro Rodríguez Martínez, quien trabajó como reportero en Vanguardia entre 2015 y 2017 y fue uno de los firmantes de la conocida “Carta de Santa Clara”, describió a Fernández Ramírez como “un hombre cínico, obediente ciego del Partido Comunista, cuya principal función era reprimir a los jóvenes periodistas bajo su mando. No pasaba un solo día, ni una hora, sin invocar en sus textos o discursos ‘la grandeza de Fidel Castro’ y ‘la Revolución Cubana’”.
¿Elegible para beneficios migratorios?
El abogado de inmigración Ismael Labrador, del bufete Gallardo Law Firm, en Miami, señala que este caso debería ser motivo de revisión por parte de las autoridades migratorias.
“Una búsqueda en internet muestra claramente su rol dentro del aparato propagandístico del régimen. Eso lo hace inelegible para el parole humanitario y podría ser un motivo para negarle la residencia permanente”, dijo.
Además, si Fernández Ramírez omitió en su solicitud su militancia comunista o su participación en estructuras ideológicas del régimen, podría enfrentarse a cargos de fraude migratorio y, eventualmente, a la deportación.
Un patrón en el éxodo desde Cuba
No se trata de un caso aislado. Como ha documentado Martí Noticias en numerosas investigaciones, decenas de exfuncionarios, jueces, fiscales y represores cubanos han logrado llegar a territorio estadounidense y obtener beneficios diseñados para verdaderos perseguidos políticos.
Entre los casos más notorios se encuentran el del exteniente coronel Héctor Alejandro Hernández Morales, la exjueza Melody González Pedraza, y la fiscal Rosabel Roca Sampedro, todos vinculados a actos represivos en Cuba y actualmente solicitando asilo o residiendo en EEUU.
El Departamento de Seguridad Nacional no respondió a una solicitud de comentarios sobre el caso de Fernández Ramírez.
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